El ser humano precisa de luz para poder ver y aire para respirar. Las primeras ventanas, no eran más que huecos en los muros o fachadas de las viviendas, sin acristalar, a fin de dejar entrar la luz y el aire en el habitáculo, que podían ser tapadas con madera o haces de paja.
Aun cuando se conocía el vidrio desde la época de los fenicios, son los romanos, alrededor del año 60 DC quienes introducen la utilización de vidrieras. En un principio consistirán en pequeños trozos de vidrio sujetos con tiras de plomo. Se hará popular su uso en la construcción de iglesias.
Ya a partir del sigle XVII se introduce el bastidor de madera para sujetar el vidrio. En la medida que los sistemas de producción de vidrio van evolucionando se logra, en 1840, colocar vidrio plano, de mayor dimensión y más económico.
En 1959 se inventa el sistema de Flotado mediante el que se logran vidrios de grandes dimensiones, de espesor uniforme y gran calidad.
Las ventanas irían evolucionando para servir de bastidor a los cada vez mayores tamaños y pesos del cristal con el que forma la unidad de cerramiento exterior.
Necesitamos resguardarnos de las inclemencias del tiempo, de la lluvia, del frío, el calor y el ruido extremos. Igualmente necesitamos protegernos de elementos extraños, sean estos fieras u otras personas que podrían entrar en la vivienda para apoderarse de nuestros bienes. Las puertas y ventanas de nuestra casa cumplen pues dos funciones primordiales: por una parte brindarnos suficiente luz, manteniendo aun mismo tiempo fuera la lluvia,el frío y el ruido excesivo. Por otra parte debe servir de barrera a cualquier extraño que pudiese penetrar en nuestra vivienda. Un buen sistema de cerramiento exterior debe cumplir entonces dos funciones básicas: brindarnos confort y seguridad. Adicionalmente las ventanas nos ofrecen la posibilidad de emplearlas como un elemento decorativo de nuestra fachada, dándole personalidad a nuestra vivienda.
Con los actuales sistema de fabricación es posible satisfacer prácticamente cualquier exigencia constructiva, tanto en formas como en colores. Arcos de medio punto, "ojos de buey", figuras asimétricas, "picos", combinaciones de aperturas y fijos.
Se pueden obtener diferentes tipos de aperturas a fin de combinarlos y obtener la prestación requerida con la mejor relación calidad precio. Ventanas correderas, corredera elevadoras, practicables de apertura al interior con sistema oscilo-batiente, apertura al exterior, de guillotina, oscilo-paralela, son algunos de los tipos de apertura que nos ofrece el mercado actualmente.
Existe una gran variedad de acabados en colores, tanto foliados como lacados, pudiendo combinar colores diferentes en el exterior e interior de nuestra carpintería, lo que hace posible disponer de un gris forja al exterior mientras que en el interior de la vivienda nuestro acabado es foliado Roble, Nogal u otro color entre las casi infinitas posibilidades.
Los materiales empleados normalmente en la fabricación de carpintería para cerramiento exterior son el aluminio, con y sin rotura de puente térmico, el PVC, el aluminio-madera y la madera.
La selección del tipo de material en nuestras ventanas dependerá de los parámetros técnicos que deseemos de nuestra carpintería, la inversión que deseemos realizar, el ahorro energético que esperemos lograr y por último, pero no por ello menos importante, de nuestros gustos.
Entre los elementos que podemos emplear para bloquear o graduar la entrada de luz en nuestro habitáculo destacan:
Hoy en día casi todas las ventanas llevan doble acristalamiento. Este está compuesto por un cristal de al menos cuatro milímetros en el exterior, una cámara de aire que debería se de 12mm o más y un cristal en el interior de por lo menos 4mm.
Dependiendo de la climatología de la zona en que está nuestra vivienda, las condiciones de ruido a que está sometida, así como la radiación solar que soporta en los meses más calurosos, el tipo de acristalamiento variará a fin de adecuarlo a nuestros requerimientos particulares. De esta manera, la cámara podrá contener gas argón, el cristal exterior podrá ser una laminado del tipo "silence" y llevar una capa especial que le confiere atributos de baja emisividad.
Hay que diferenciar entre protección contra actos vandálicos y seguridad personal, esto es, prevenir accidentes. Lo primero se logra con una perfilería lo suficientemente robusta y debidamente anclada a la fachada que, junto con un sistema de herrajes con sistema "antipalanca" y cristales adecuados, tipo "securit" dificulten al máximo la entrada de intrusos en nuestra vivienda. En cuanto a la seguridad personal contra accidentes, de lo que se trata es de evitar la posible rotura por colisión de una persona contra una pieza acristalada y minimizar los posibles daños para el individuo. Esto se logra seleccionado cristales templados o laminados adecuados a las características de la abertura.
Con los actuales sistema de fabricación es posible satisfacer prácticamente cualquier exigencia constructiva, tanto en formas como en colores. Arcos de medio punto, "ojos de buey", figuras asimétricas, "picos", combinaciones de aperturas y fijos.
Se pueden obtener diferentes tipos de aperturas a fin de combinarlos y obtener la prestación requerida con la mejor relación calidad precio. Ventanas correderas, corredera elevadoras, practicables de apertura al interior con sistema oscilo-batiente, apertura al exterior, de guillotina, oscilo-paralela, son algunos de los tipos de apertura que nos ofrece el mercado actualmente.
Existe una gran variedad de acabados en colores, tanto foliados como lacados, pudiendo combinar colores diferentes en el exterior e interior de nuestra carpintería, lo que hace posible disponer de un gris forja al exterior mientras que en el interior de la vivienda nuestro acabado es foliado Roble, Nogal u otro color entre las casi infinitas posibilidades.
Los materiales.
Los materiales empleados normalmente en la fabricación de carpintería para cerramiento exterior son el aluminio, con y sin rotura de puente térmico, el PVC, el aluminio-madera y la madera.
La selección del tipo de material en nuestras ventanas dependerá de los parámetros técnicos que deseemos de nuestra carpintería, la inversión que deseemos realizar, el ahorro energético que esperemos lograr y por último, pero no por ello menos importante, de nuestros gustos.
Los elementos de oscurecimiento.
Entre los elementos que podemos emplear para bloquear o graduar la entrada de luz en nuestro habitáculo destacan:
- Persianas con cajón incorporado en la propia ventana.
- Contras exteriores de lama fija o móvil.
- Contras interiores ciegas.
- Estores y cortinas.
El tipo de acristalamiento.
Hoy en día casi todas las ventanas llevan doble acristalamiento. Este está compuesto por un cristal de al menos cuatro milímetros en el exterior, una cámara de aire que debería se de 12mm o más y un cristal en el interior de por lo menos 4mm.
Dependiendo de la climatología de la zona en que está nuestra vivienda, las condiciones de ruido a que está sometida, así como la radiación solar que soporta en los meses más calurosos, el tipo de acristalamiento variará a fin de adecuarlo a nuestros requerimientos particulares. De esta manera, la cámara podrá contener gas argón, el cristal exterior podrá ser una laminado del tipo "silence" y llevar una capa especial que le confiere atributos de baja emisividad.
Protección y Seguridad.